Desde su aparición como un gran descubrimiento, el consumo de plástico se ha convertido en un enorme problema para las personas. Sin apenas darnos cuenta, desde su origen los ecosistemas se han visto atacados por una plaga muy peligrosa: las partículas de plástico.
Pero ¿qué son los microplásticos? ¿Qué daños provocan en la vida marina? En No+Plastic Waste estamos muy concienciados con la reducción del consumo de plástico. Este cambio aporta ventajas a nuestra salud y a la del planeta.
El recorrido:
Si bien es cierto que a medida que avanzamos, tratamos de cambiar nuestros hábitos para convertirnos en más respetuosos con el ecosistema, seguimos teniendo aspectos a mejorar. El uso del plástico se masificó de tal forma, que un gran porcentaje de las cosas que consumimos habitualmente, se fabrican o comercializan con plástico.
Estos hábitos tienen consecuencias con el medio ambiente. En un intento por destruirlos, se convierten en micropartículas que acaban contaminando muchos ecosistemas. De hecho, se pueden encontrar en cualquier rincón del planeta.
¿De dónde salen?
Los microplásticos son piezas de materiales sintéticos con un tamaño normalmente inferior a 5mm. Se pueden encontrar principalmente de dos tipos: los primarios y los secundarios.
Los primarios son trozos diminutos producidos con ese tamaño para cumplir labores de exfoliación, etc. o los creados como base para elaborar otros plásticos. Mientras que, por otro lado, nos encontramos con los secundarios, que son el resultado de la fragmentación de productos. Éstos surgen por diferentes motivos, la erosión del mar, las radiaciones ultravioletas, etc. Así, los microplásticos provienen de una gran variedad de fuentes, como pueden ser productos cosméticos, neumáticos, ropa, al igual que de deshechos plásticos de uso diario e industrial.
¿Dónde van estos microplásticos?
Los microplásticos, como ya hemos mencionado, se pueden encontrar en cualquier rincón recóndito del planeta. En la actualidad, se calcula que la generación de plástico asciende a 300 millones de toneladas al año, según el informe “Contaminación por plásticos” del Instituto DKV de la Vida Saludable y ECODES. A pesar de que parezca una cifra inalcanzable, la tendencia va en aumento y se espera que para 2050, se generen 1.000 millones de toneladas, según se recoge en el mismo informe.
Los residuos de plásticos acaban transformándose en una plaga en los entornos marinos; los microplásticos se han convertido en parte de los ecosistemas. De hecho, se trata de una plaga muy longeva, dada la dificultad de descomposición del material.
Los microplásticos se encuentran, sobre todo, en los entornos marinos. Pulgas marinas, peces, marisco… Resulta impactante ver cómo más de 100 especies analizadas por el laboratorio del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad Columbia, en Palisades, Nueva York contenían microplásticos. Lo más sorprendente es que la mayoría de las especies que lo contenían… ¡están en nuestra dieta habitual! Por lo que, al alimentarnos de ellos, los microplásticos acaban en nuestro organismo.
Por eso es tan esencial la labor de empresas, como No+Plastic Waste, que se dedican a dar una segunda vida a estos plásticos recuperados del mar.
Numerosos riesgos para nuestra salud
De cara a nuestra salud, consumir sustancias tóxicas, pese a que sea en cantidades pequeñas, en un periodo amplio de tiempo puede suponer una gran amenaza. Nos podemos encontrar con problemas provocados por diferentes compuestos que impiden el desarrollo endocrino habitual. Algunos estudios indican que estas sustancias pueden impedir el desarrollo cerebral de fetos y niños, así como ser cancerígenos o crear malformaciones.
Sin embargo, a pesar de los estudios realizados, aún no se conoce con certeza la magnitud real del daño que, la exposición a la ingesta de microplásticos puede tener. Lo que sí se puede afirmar es que suponen problemas a nivel de especies. Por ejemplo, las obstrucciones intestinales, la capacidad de crecimiento, el rendimiento productivo y lo más llamativo: el plástico llena el estómago de los animales, lo que les hace dejar de alimentarse y, por lo tanto, morir.
Los problemas principales giran en torno al desarrollo natural de la vida de las especies. Así como algunas mueren por el plástico en sus estómagos, otras tienen menos capacidad de producción de huevos: lo cual impide la reproducción.
¿Cómo puedo solucionarlo?
Ha llegado el momento de cambiar las cosas. Por eso, desde No+Plastic Waste te animamos a ponerte manos a la obra. ¿Cómo? Reduciendo el consumo de plástico de un solo uso, dando una segunda vida a los plásticos, recuperándolos del mar y eligiendo otros materiales sustitutivos. Como los de nuestros productos.
Además, desde No+Plastic Waste hemos creado una serie de productos que son la solución perfecta para contribuir al cambo. Aparte de contar con un exclusivo diseño realizado a partir de tintas vegetales y de los productos que elaboramos a partir de plásticos recuperados del mar, hemos apostado por el uso del PLA. ¿Y qué es el PLA? Es un ácido -ácido poliláctico- biodegradable y bioactivo que parece plástico, pero no lo es. Un material sustitutorio al plástico que es compostable y reciclable. Además, se obtiene a partir de energías renovables.
Por ello, en No+Plastic Waste utilizamos este material biodegradable para conseguir así evitar el aumento de microplásticos en los ecosistemas. Sin duda, el PLA es la mejor opción que hemos encontrado para cuidar el medioambiente y, a la vez, cuidarnos nosotros.
Súmate a los materiales sostenibles y di adiós a los plásticos de un solo uso. En No+Plastic Waste te ayudamos a conseguirlo. Porque entre todos vamos a crear un planeta mejor.